El aislamiento por la pandemia de coronavirus y los cierres de fronteras encontraron al actor argentino Nicolás Maiques en Lima, Perú, donde se encontraba trabajando. Estuvo varado allí varios meses hasta que pudo regresar a su país. Esos días en la casa de una amiga, comenzó a gestar de manera virtual, junto a su colega y amigo Juan Paya, lo que haría en el (todavía incierto) futuro inmediato: el estreno de la obra "Ruidos molestos" vía streaming.
Hoy, el actor que interpretaba a Nicolás Frtzenwalden en Floricienta ensaya "Hasta la vista, bebé", que tiene debut previsto a fines de mayo de este año, en un teatro de forma presencial. Será la oportunidad para volver a actuar con "el conde de Floricienta" Fabio Di Tomaso, además de Juan Manuel Artaza, Micaela Lapegüe, Julián Sierra y, por supuesto, Juan Paya.
Hiperactivo, Maiques también se toma su tiempo para ver TV: "Me encanta ver tele, siempre estoy al tanto no soy de esos que dicen 'ay no miro tele' o 'no tengo tele'. Me parece un medio genial y si bien hoy hay muchas más plataformas, no creo en la teoría de que la televisión se muere". Entre sus conductoras preferidas está Juana Viale: "Me divierte y me gustó mucho ver su evolución: del 'cagazo' que tenia en el primer programa al último, con todo lo que pudo desarrollarse". No es devoto del Bailando, pero sí miró el Cantando, donde se animaría a participar: "No tengo prejuicios con los realities", dice en una entrevista exclusiva con Espectacular News.
Cada vez que hace un vivo en Instagram, sus fans le expresan su cariño y le recuerdan su actuación en Floricienta. "Trabajar con Cris Morena fue un placer, aunque por supuesto nada es un paraíso, todo tiene su costado bueno y su costado malo, pero yo soy de quedarme con las cosas positivas", asegura.
-El tiempo pasó y varias cosas se transformaron en la sociedad. ¿Qué le cambiarías hoy a Floricienta?
-Hoy, mi personaje no diría cosas como "gorda bola", por ejemplo como si lo hacía Malala. El usar la palabra "gorda" como intento de insulto era un reflejo de lo que era la sociedad en ese momento. Por suerte, ahora escuchás algo así y te suena mal. A la historia le agregaría más personajes que aporten y eduquen.
-¿Es la televisión un medio para educar?
-No digo que la TV sea una escuela, pero inevitablemente educa y es un buen medio para aprovechar y deconstruir. Yo aprovecharía más la oportunidad para hacer ese tipo de cosas. No me parece mal que se toquen ciertos temas; lo importante es cómo se abordan esos temas.
-Una vez contaste que sufriste bullying. ¿Qué aconsejás a quienes sufren acosos similares?
-Sufrí bullying durante toda mi vida por mi sexualidad, eso es una mínima parte de todo lo que somos, es una característica más. Yo le diría a la gente que nadie tiene que declarar nada ni salir de ningún closet, porque del único lugar donde uno tiene que salir es de la represión, la discriminación y del miedo a lo desconocido.
-¿Cómo aborda hoy la televisión el tema de la homosexualidad?
-Hay mucha gente que te pone el sello de 'homo' o 'hetero' como si esa fuera tu existencia. Lo mismo sucede en las ficciones: cuando alguien hace un personaje con deseos homosexuales se dice 'hace de gay'. Y no es así, hará de abogado, papá o lo que sea y a eso se le suma la homosexualidad. Todavía ser gay es una particularidad muy grande para la mayoría de la gente.
-¿Sufriste discriminación en tu trabajo?
-Sí. Una vez estaba conduciendo un programa para el canal Yups (NdR: creado por Cris Morena y Media Network) como Nicolás, no era ningún personaje y se ve que para una de las productoras yo estaba siendo 'un poco femenino' y me hizo repetir la toma porque, según ella, 'se habían volado un par de plumas'.