
Algo tan sencillo como twittear “Qué bien vestida está Yanina Latorre #LAM” tiene un nombre: live-Tweeting, y hace referencia a comentar lo que estás viendo en tiempo real por televisión en tus redes sociales.
Los espacios culturales donde se puede comentar en vivo, se cuentan con los dedos de la mano. Nadie en un cine o teatro se para de su butaca a gritar que lo que está viendo es un horror; en todo caso, basta una sonrisa o un simple susurro hacia la persona acompañante.
El lugar por excelencia donde todo comentario no solamente está habilitado, sino que también es bien recibido,: es en las redes sociales, sobre todo Twitter. Y hay algo detrás de todo esto, hay cierto placer en las redes al momento de criticar. Hacerlo y percibir que hay más de uno que piensa igual que vos, parece dar un sentimiento satisfactorio de comunidad.
Esto se torna divertido y los usuarios se fascinan, pero como siempre, la masa puede tornarse peligrosa. En una época donde se alimenta el individualismo y la soledad -profundizados por la pandemia- el live-tweeting puede ser una buena compañía.
Si bien este fenómeno nace mucho antes, el año que pasó en particular se masificó por una simple razón: si estamos encerrados en casa, ¿qué mejor que estar con el celular y la tele de fondo?
En épocas de pandemia es difícil sentirse en comunidad. No importa lo que estemos comentando, si es una medida política o los cupcakes de Marcos -participante de BakeOff- lo importante es tener algo para decir, y que alguien te lea, por sobre todas las cosas.
Criticar en Twitter es algo común que muchos lo consideran terrible y cruel. Muchas famosos o personajes mediáticos no lo toleran, como Lola Latorre, que tras memes y risas sobre su presencia en el Cantando, no aguantó y cerró su cuenta. Los medios se hicieron eco del alejamiento de la hija de Diego y Yanina Latorre de esta red, pero en realidad, en Twitter a nadie le interesaba, el fin de las críticas era otro.
Nadie: h
— Marioska (@NignoLoli) August 21, 2020
Lola Latorre: Nadie valora que tengo 19 y ya voy al baño sola. A veces me ato los cordones sin ayuda y eso es mucho para alguien de mi edad. Habría que ser mas justos con la gente de 19 años que cuando hay olor a gas le avisamos a un adulto así cierra la llave de paso.
En Twitter siempre se reivindica el derecho de pasarla mal. Muchos usuarios prefieren ocultar su identidad y contar sus miserias resumidas en momentos de Los Simpsons. Por sobre todas las cosas, en esta red social se intenta diferenciarse de Instagram, donde reinan la "belleza hegemónica", los perros de criadero y los bronceados todo el año.
Desde afuera suena desolador y Twitter se asemeja a una "cueva" de internet, pero lo que pasó esta cuarentena con el programa BakeOff fue único. Durante su éxito -gracias al live-tweeting- un usuario deschavó que Samanta había mentido en su inscripción al programa y llegaron a encontrar en dónde trabajaba como pastelera profesional.
Dentro del marketing hay un concepto actual que parece indiscutible: “el cliente siempre tiene la razón”, pero llevado al extremo, sería algo así como “el cliente pide, nosotros damos”. Y lo que se pidió desde Twitter fue justicia.
La producción del programa, atenta a este revuelo que trascendió las redes y llegó a los medios, no se quedó atrás y en el final del reality, cuando parecía no existir la justicia twittera, se vivió el hecho televisivo más polémico de los últimos momentos. Citando a Sachanta -como solían decirle en Twitter- y al subcampeón, le sacaron el premio de sus manos y con lágrimas en los ojos explicó que ella no creía ser pastelera profesional. Twitter quería sangre, y sangre nos dieron.
hermanas APRENDAMOS A PERDONAR este abrazo virtual es para samanta
— pablo🥸 (@polmccarne) July 6, 2020
Aunque la plataforma puede ser cruel, de allí surgen varios chistes bañados de ironía y pensamientos colectivos bastante divertidos: en Masterchef, la buena onda entre Sofia Pachano y El Polaco -sumado a sus idas y vueltas con Barby Silenzi- se tornó en un amor de secundaria donde ella es la nerd y él, el chico malo. La energía cósmica de Patricia Sosa, los chistes de Vicky y los platos de cumpleaños de quince del Turco García también son un fenómeno que existe, divierte y entretiene. Pero para ser parte y entenderlo hay que poner el sentido del humor por delante de todo.
Hay quienes han anunciado la muerte de la televisión en reiteradas ocasiones pero quizás Twitter sea uno de los enchufes que la mantienen viva, junto a sus memes, críticas y comentarios ácidos.